Con el alma entre los pies
Con las pupilas rotas me desarmo
ante la insoportable espera del vaivén,
de las personas de miradas perdidas,
de la tristeza tatuada en sus rostros,
de pensamientos anémicos al tic tac de las manecillas del reloj
Y cuando tan imprevista hora llegue
nos cubriremos de lluvia de lágrimas
salpicadas de recuerdos y de ausencia de sonrisas
Ellos, cómplices del silencio
y del recuerdo que guarda su memoria
de algún tiempo no lejano del que
se despide ahora.
julio 26, 2006
Como en cierto momentos de la vida la pérdida del tiempo, del sentido, de las fuerzas ante la impotencia de una distancia que cruza charcos para refugiarme en los brazos de un consuelo, de lágrimas del recuerdo, del dolor de los que se quedan y de los que se van; compartiendo silencios, horas de calma, llamadas de teléfono, compartiendo el paso del tiempo desde nuestros asientos con la mirada fija al pasado que se rompe en añicos en cada recuerdo, nos quedamos...
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Otoño en tus manos
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1 comentario:
Bienvenida (...) a este mundo de mudos susurros. Espero que tus vacaciones te hayan recargado las ganas de contar cosas.
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